viernes, 30 de mayo de 2008

Y si no quiere poner en común…

No te voy a decir cuánto tiempo estuve deambulando por la incertidumbre que me dejabas cada vez que nos despedíamos.

Otra vez esta repetitiva historia.

Quién es el responsable de que te vayas paso a paso, en busca de aquello que no te di, de lo que anhelabas o de lo exótico. Qué coño has hecho para bien o para mal. No te disculpes. Ya nos vemos si acaso en la hoguera pero antes dime a quién hay que partirle la boca o darle las gracias. Con el dispositivo mediático más directo que existe. El silencio y con un efecto a corto por si me emborracho hoy y añadimos el largo para que te recuerde mañana.

Harold lo apliqué y no ha funcionado. Quizás hablo con Theodor y de Max a ver qué coño me dicen ellos.

La moneda

Playa. Atardecer. Besos.
Banco de la plazita. Litros y porros. Cualquier día de marzo.
Selectividad. Junio. Nota para la carrera.
Tu casa. Película de Tarantino. Cachimba y ron.
Estadio de fútbol. Junio. Penalty, gol. Campeones.
Virgen del Rocío. Quirófano. Es niña.
Coche. Aparcamiento. Apto.
Corten. The end. Buen trabajo.



Madrugada. Voces. Llanto.
Llamada matutina. Sorpresa. Visita al tanatorio.
Cancha de baloncesto. Falta personal. Último tiro. Segundos.
Aceite y gasolina. Sangre en la carretera. Sin piernas.
Prueba. Adicto. Gangrena. Amputación.
Dudas. Se marcha. Adiós.

jueves, 22 de mayo de 2008

Ana y el conductor

Ana se levantó aquella mañana de Mayo. Desayunó, encendió el termo y tras una ducha rápida se puso sus bailarinas y su vestido nuevo. Cogió el bolso, cerró la puerta y partió hacia el trabajo.
Alzó la mano y el transporte público se detuvo enfrente de ella. Dejó subir a una mujer antes y dio los buenos días al conductor.
Guapo, muy guapo pensaba mientras avanzaba por el pasillo del bus.
Se puso los cascos y esperó las señales horarias para encontrarse como cada mañana laborable con Francino.

Cuando llegó a su destino descendió sabiendo que algo importante había ocurrido. Algo relacionado con ETA, quizás algún conflicto internacional o algún extraño acontecimiento digno de las mejores secciones de sucesos, pero ella sólo había estado mirando por el espejo por el cual el conductor miraba para comprobar que ningún usuario fuera engullido por las puertas.

Hoy hace cinco años de aquel día de los cuales, cuatro, aquel conductor estuvo cambiando de línea constantemente. Ana aprovechaba siempre que lo veía para intentar desde su profunda timidez alargar la conversación más allá del saludo matutino, pero pronto observaba el NO MOLESTAR AL CONDUCTOR.

Cuatro años en los que le picaba el bonobús manualmente cuando estaba estropeado, cuatro años buscando el asiento justo detrás de la mampara transparente o dándole el cambio a su pasaje de un euro con diez céntimos.
Cuatro años pensando si era simplemente un amor platónico, alguna tontería…pero en este año, nuestro conductor se asentó en una línea. Ya no era itinerante. Y sí, su destino, la línea de Ana.

Durante este año, el quinto, Ana lo ha visto todas las mañanas, incluso conoce que vive cerca de su barrio y es por eso que una tarde cuando ella salía del supermercado lo vio.
Estaba sentado en un banco, con una camiseta y vaqueros.
Ana soñaba había imaginado al personaje, la conductor, vestido con otra cosa que no fuera el uniforme como hacemos con los libros y al igual que ocurre con ellos, la realidad golpea a tu imaginación.

Lo observaba y se quedó fulminada con la bolsa de naranjas en la mano. Él fumaba un pitillo y antes de llegar a la boquilla lo tiro al suelo y lo aplastó con la suela de su zapato.
Entonces se levantó, se ajustó los pantalones con un tironcito hacia arriba y besó a la muchacha que salía del portal de enfrente.

miércoles, 21 de mayo de 2008

ESCALETA DESOLADA

23.00. Sonido del telefonillo.
23.02. Buenas noches y muerdo.
23.05. Llegada a la habitación.
23.08. Encuentro con el cierre del sujetador.
23.09. Beso en el pezón.
23.11. La mano se mete por el pantalón.
23.13. Cita con el Levis.
23.14. Cita con el Clavin Klein.
23.16. Caída de la ropa interior de ella.
23.17. Roce frío con el colchón.
23.18. Abrazos, besos.
23.19. Erección tomada por su mano. Suave, rápido.
23.23. Capicúa y cambio de turno.
23.23.53 Desplazamiento vertical hasta el ombligo.
23.24.20. Beso en la cadera.
23.24.33. Bocado en el muslo.
23.25. Cita con el clítoris.
23.29. Penetración acompañada de sacudidas.
23.31. Gemidos, susurros, gargantas secas.
23.35. Falta de aliento.
23.37. Cambio de postura.
23.37.41. Nueva penetración. Posición de la fémina en vertical. Eje perpendicular.
23.38. Acaloramiento múltiple. Gemidos.
23.42. Orgasmo.
23.44. Segunda cita con el clítoris.
23.46. Ella se agarra al los laterales de colchón.
23.48. Orgasmo.
23.51. Mirando el techo.
23.53. Baño.
23.58. Él se viste.
23.59.45. Cruza la casa hasta la puerta.
23.59.53. La espera en el recibidor.
23.59.56. Beso y hasta otra.
23.59.58. Se cierra la puerta.
23.59.59. Llanto.
00.00.00. UNA HORA.

sábado, 17 de mayo de 2008

TITA

Es la que ha hecho de canguro cuando nuestros padres se iban a celebrar algo o a tomarse unas cervecitas.
La que cada domingo cumple con el ritual dominical de acercarse a casa de la abuela.
Es a la primera que se le corre el rímel cuando escucha un sí quiero y no es para ella.
La que en la celebración, saluda a todo el mundo con sus correspondientes dos besos. La que aguanta el tipo cuando algún invitado algo pesado le habla y le habla…
La que soporta al compañero de trabajo del novio en las bodas y la que mejores regalos hace. Ella es la que toma al niño cuántas veces quiera en el bautizo y la que con una sonrisa acepta los numerosos emparejamientos que le ofrecen. La que pone un corazón en el libro de invitados.
Ella alerta de todo.
Siempre muy guapa. Vestido nuevo, zapatos y bolso a juego.
A veces con pamela otras con tocado.

- “¡Tita, tita!”
- “¡Ay, mis niños! Venga poneros que os voy a hacer una foto.
¡Arturo, Arturo, venga ponte!
1,2 y … Estrella no te levantes el vestido. Hija por dios.”


Allí estaba yo. Posando para una foto con mis primos pequeños.
En un día de chaqueta y calor espantosa. Era la comunión de no sé quién. El hijo del primo de tu madre. O era el hijo del compadre de tu abuelo.
Mira me da igual, lo que tengo claro es que mi tía es un SHOW. Así con letras grandes que se note.
Tiene algo más de treinta y mientras intentaba juntarnos a todos para captar ese momento delante de la iglesia, que enseñará a las compañeras en la oficina, yo sonreía pensando que necesita alguien que la coja del hombro cuando pasee, que la lleve al cine y que le eche el polvo que necesita.

Ains tita, ¡échate novio!

viernes, 9 de mayo de 2008

Un buen día

Esta noche nos toca nosostros.

domingo, 4 de mayo de 2008

fOtOGrAFíaS

La cámara de la Tía Maruja

Ella se giraba mientras él apretaba el puño y se mordía la lengua.
Él se alejó unos pasos, pero corrió hacia ella. La cogió del brazo y le dijo algo bastante cabreado. Quizás fueran sus últimas palabras antes de separarse para siempre.

El padre le dijo a su niña vestida de comunión que había que dar las buenas tardes al entrar en la tienda. Se dejaba patente de la educación en el núcleo o nido familiar. Quizás el tendero era una familiar de estos lejanos o de los cercanos pero que ves poco y el padre no podía quedar mal.

Ellos se reían mientras empinaban la litrona. Hazte un porrito, ¿no?.
Los días y las tardes y las noches pasan al ritmo que suena en sus Pioners. Pasan y creen que hacen algo. Quizás piensan que es productivo.

La universitaria con sus gafas y carpeta agarrada contra el pecho corría apurada mientras el autobús arrancaba dejándola con el golpe del humo negruzco en la cara. Quizás llegaba tarde a un examen.

El vagabundo se levantó despegando su espalda de la pared. Llovía. Sus perros estaban junto a él cuando coger el carrito abarrotado de cosas que este cedió.
Un señor lo ayudó y uniendo fuerzas consiguieron estabilizarlo. Quizás no se preocupaba, cuántas veces se habría mojado su mundo.

En la Alameda unos niños jugaban con arena. Hacían castillitos como en la orilla y en vez de cubos, los torreones los hacían con vasos llenos de tierra. Quizás sus padres prefieren la montaña en verano.

Yo, tú, él, ella.
Nosotros, vosotros, ellos.
Soy, eres, es, somos, sois, son
Estoy, estás, está, estamos, estáis, están

SHISHA

Me han entrado ganas de fumar un pitillo. ¿Y qué tal una pipa?
Quiero sentir esa sensación virgen en mí.

Me han entrado ganas de tomarme un vaso bajo de ron.
Con limón y mucho hielo.
Adoro el hielo y el contraste con la calentura de tu boca.

Me voy a quitar la camisa que compramos porque me han entrado ganas de hacerlo contigo.
Colocarme la chupa y las gafas.

Voy a componer un tema y después que lo toque alguien que sepa lo que es una guitarra.
Escribirme una obra maestra para que me deje dormido.

Voy a llamarte por teléfono y mandarte al carajo.

Hoy soy la polla. Mañana el más mierda de todos.


"Ya me derribaron muchas tarde más,
cuando me creía indestructible" Quique González