A Fernando, Alejandro y Roland
Castíganos por ser convencionales, por ajustarnos a las reglas.
Hagamos un calvo y masturbémonos sin pensar en las caricias.
Provócanos la muerte por no viajar a lo enigmático, a lo que va más allá de nuestros ojos.
Haznos huir despavoridos porque tenemos miedo a aceptar que nos amamos, que nos odiamos...
Besémonos y reconozcamos que nos atraemos sexualmente.
Contéstanos, dinos qué ocurriría si fuésemos desnudos a tu encuentro.
Dónde nos citarás para darnos el placer orgiástico que nos produce conoceros.
Cuéntanos si el desenfreno de nuestros sentidos merece la pena y si lograremos reírnos de la amaurosis que todos padecemos.
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1 comentario:
este blog acaba de ganarse un admirador desde luego
sencillamente tu forma de escibir mellega me atraviesa y se va pero dejando restos en fin seguire pasando por aqui seguro
un abrazo grande
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