viernes, 14 de noviembre de 2008

To me


Me gusta la noche.
Me encanta que pasen las 23.30h y que la mayor parte de la ciudad disfrute de la cama mientras yo termino de
ver La 2 noticias. (me gusta ese telediario)
Es después del informativo cuando despliego folios, cuartillas, bolígrafos pilot de tinta líquida, siempre V5, libros y algún Cd.
Es la hora de desordenar mi escritorio, leer, escribir, parar de hacer todo eso para cantar esa estrofa redonda, volver a leer, soñar, buscar las palabras adecuadas, divagar, viajar…
Hora del café o té algo calentito para que acompañe a la línea que te escribo entre sorbo y sorbo.
Veo algún vídeo en el ordenador, me descargo la bibliografía del gran Chinaski o
utilizo el procesador de texto mientras la reina de mi habitación se pone celosa.
Es soberbio cuando lees un relato de éste, un cuento de aquel, un soneto del de más allá y todo con un fondo musical en otro idioma para dejarme llevar por el ritmo de ese piano, guitarra acústica o lo que salga de los altavoces.

"No sé muy bien cuándo vi por primera vez a Lydia Vanee. Fue hace cerca de seis años y yo acababa de dejar un trabajo de doce años como empleado de correos para hacerme escritor. Estaba aterrorizado y bebía más que nunca. Estaba intentando empezar mi primera novela. Me bebía una botella de whisky y una docena de cervezas cada noche mientras escribía. Fumaba puros baratos y le pegaba a la máquina de escribir y escuchaba música clásica en la radio hasta que amanecía. Me había fijado un mínimo de diez páginas por noche, pero hasta el día siguiente, nunca podía saber cuántas páginas había escrito. Me levantaba por la mañana, vomitaba y entonces me iba hasta la sala y miraba en el sofá para ver cuántas hojas había. Siempre excedían de las diez. Unas veces había 17, otras 18, 23, 25 páginas. Por supuesto, el trabajo de cada noche tenía que ser corregido o tirado a la basura. Me llevó veintiuna noches escribir mi primera novela".
Mujeres, Bukowski.

3 comentarios:

Ann dijo...

Extraño el placer de la rutina autoimpuesta.
De la libertad ocupada.
De la vida elegida.

Multe dijo...

Un buen retrato de tí mismo, pero falta algo muy importante para un escritor... no has dicho se escribes con ropa, con pijama o desnudo.


Las cosas que pueden salir de ti variarán dependiendo de lo que dejes caer sobre tu cuerpo.

PadFo dijo...

Veré qué puedo hacer desnudo aparte de meterme en las sábanas frías.


No hay cosa que me guste más.