martes, 25 de marzo de 2008

"Su mundo" en un semáforo


Encontró aparcamiento. 20.30 horas aproximadamente.
Suspiró, dejando caer las manos del volante y se desabrochó el cinturón.
Se la veía cansada.
Vendría de trabajar pues le acompañaba una carpeta y la típica bolsa de cartón de una marca que no recuerdo (me atrevería a decir que era Zara).
Con todo ello echó el cierre automático y los intermitentes de su coche parpadearon despidiéndola hasta el día siguiente.
Caminó poco. Volvió sobre sus pasos y se cercionó que había cerrado bien. Efectivamente sí, pero es una de esas costumbres que hacemos sin saber muy bien el porqué.
Caminó rumbo a casa de forma cansina. Muy cansina.
Quizás había estado arreglando una gran cantidad de documentos para su jefe. Ese que quizás reiterase en quedar con ella fuera del horario laboral, dejando a mujer e hijos en casa
¿Podía ser ella la jefe?
Quizás era una abogada de alto prestigio que regresa a casa sabiendo que tiene que preparar algo para la cena.
¿Tendría marido?. ¿E hijos?
Quizás sólo quería tirarse en la cama sin desvestirse y levantarse tarde. Cenar un sandwich de jamón york con queso y dejar de oír los distintos comentarios de las pesadas reuniones presupuestarias.
¿Sería todo eso?. ¿O al contrario?. Quizás nada.

Verde.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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