domingo, 27 de enero de 2008

JAM (si puede ser de arándanos mejor)

Hace pocos días, realmente creo que fue hace solo dos, mientras conducía a casa, me encontré con un viejo amigo que llevaba algún tiempo perdido. Esperaba el bus nocturno y le dije que yo lo acercaba a casa.
Con el pelo alborotado y con los cascos puestos (debía estar escuchando algún cantautor de esos que tanto le gustan), me saludó. Me sorprendí al verle pues llevaba mucho tiempo fuera de juego por algún que otro problemilla pero sonreía de forma continua hasta que le pregunté qué era de su vida.

Me dijo que había estado en Portugal, que pasó el fin de año en Lisboa con unos amigos. ¡Qué bien! Contesté y comenzó a contarme cómo había sido todo.
De todo lo que soltó por la boca me quedo con que hay que ir a la capital lusa y que la causa del hace tiempo que yo ya no sonreía tanto se debía como en muchos casos a una presencia femenina.

James, mi amigo, coincidió en el hostal con muchas personas pero había una que le resultaba bastante llamativa. Margot se llamaba y era polaca.
Se quedó colgado del signo de interrogación, el áurea enigmática que rodeaba a la rubia varsoviana. Apenas sabía de ella, algunos comentarios acerca de temas varios (temas irrelevantes para mitigar a mi amigo).
No sabía muy bien a qué se dedicaba pero comentó algo de fotografía, (según James hace unas que te cagas), le gusta viajar, le enamoran los Beatles y vivía en una especie de apartamento que James no supo definirme muy bien, (quizás no la entendiera muy bien pues se comunicaban en inglés, idioma en el que ésta era muy…¿tiquismiquis?). Fueron hablando más a menudo gracias a Ariel, un gran amigo de James que por cosas propias de la casualidad, era amigo de Margot (ella siempre había estado ahí). Se podría decir que fue también de casualidad la forma en la que mi amigo se interesó por ella, por eso y por una blusa blanca bajo un chalequillo negro acompañados de un par de botas negras.

Tras un par de días en Lisboa, la curiosidad sólo mató al gato, pues tras algún debate mental, algunos cálculos para averiguar la hipotenusa, James dejó entrever que no tenía sueño esa noche y se arropó junto a Margot para seguir cerca de ella mientras todos dormían.

Fue en este punto cuando James me dijo: "Gracias".
Habíamos llegado a su casa y le dije que debíamos seguir con la conversación en otro momento.

Conduje hasta mi casa, puse un disco (escuché alguna canción de algún cantautor de esos que me gustan) y recordé que tenía que ir a la peluquería porque mis pelos estaban algo alborotados ya. Antes de aparcar cosa que me ayudaría a poner fin a un viaje infinito me pregunté si yo no conocía Varsovia.

jueves, 10 de enero de 2008

Loading...

Esta noche una artista floja, que sigue con sus aspiraciones artísticas intactas pero que suele darle al coco más de la cuenta (te quiero), me dijo:
-Oye, ¿cuando una entrada en tu blog?...(No sé si fueron esas las palabras y sólo hace unos minutos que dejé de hablar con ella)
Sólo contesté que no encontraba las palabras para describir mi situación actual, mis sentimientos y pensamientos y que a veces está ese jodido método que emborrona mis palabras al escribirlas (eso no se lo dije pero lo pienso).
Por ello LOADING... y no se desesperen que entre mis bocetos hay alguna que otra idea...Algún que otro lugar perdido por el oeste de la península, algún que otro momento inexplicable, algún abrazo necesitado, alguna que otra sorpresa, algún que otro disparo de tu cámara...

Lo que más me gustó y tomo la licencia de colocar textualmente (ahora sí estuve atento para coger esas palabras)es lo que sigue: "qando no pueds djar d scribir es xq stas yeno d sentimientos q envenan" [Perdonen sus excelencias de sillones rojos (o así me lo imagino yo, aunque no creo que sea así) esta escritura impropia, bastarda e hija de perra, pero dije textualmente]

Cierto o no, qué mas da...